UN INVIERNO TRANSIDO DE UNA LLAMARADA DE ALEGRÍA

Era un hombre joven. La piel, negro azabache…

             

Esta entrada fue publicada en Mons. Santiago Agrelo. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s